La fuerza y la suavidad son dos cualidades que en el Señor refulgen con un brillo insuperable, en la armonía más completa. Ambas constituyen un arco gótico, cuya ojiva eleva el corazón humano a los más altos niveles.
El pasado domingo 7 de abril, en solemne celebración eucarística, presidida por el Arzobispo de Brasilia, el Cardenal Paulo Cézar Costa, y ceremonia de creación de la Parroquia Jesús Buen Pastor fue entregada a cargo de su párroco, el P. Lourenço Ferronatto, EP y presentado el Vicario parroquial, P. Andrey Almeida, EP, ambos pertenecientes a los Heraldos del Evangelio.
Tristes acontecimientos muestran a la Iglesia Católica sujeta a todo tipo de tribulaciones: decadencia en lugares de antigua tradición cristiana, persecución en zonas de misión. En medio de las tempestades está viva y se fortalece, porque el poder el infierno nunca podrá vencerla.
En nuestros días, los acontecimientos más diversos y graves se suceden estrepitosamente sin que las personas tengan tiempo de digerirlos. Algunos resultan inopinados, otros trágicamente previsibles. El desánimo, el desencanto, cuando no, el desinterés, suele ser la respuesta que en general dan los hombres a esos aconteceres.
Aún sabiendo que la Confesión debe ser un acto frecuente en la vida de un creyente, en su benevolencia, la Iglesia determina que los católicos se confiesen al menos una vez al año. Aún así, por negligencia o pereza, muchos no lo hacen.
Sedientos de gloria humana e incapaces de aceptar el Reino de Dios que les era ofrecido, los enemigos de Nuestro Señor Jesucristo terminaron por crucificarlo… propiciando así su verdadero y perenne triunfo.
Por ser el mayor de los varones santos de la Historia, San José goza, en el Cielo, de una audiencia especialísima y de gran poder de intercesión en favor de los que a él recurren.