Detente del Sagrado Corazón bordado

¡Detente! ¡El Sagrado Corazón de Jesús está conmigo! ¡Venga a nosotros tu Reino!”
Diseñado por la madre de un soldado que, en 1870, regaló el emblema a su hijo antes de ir a la guerra, fue aprobado por el Papa Pío IX después de que el joven regresara sano y salvo a casa, tras recibir un disparo en el pecho que golpeó sobre su Detente sin causar ningún daño.

El Papa Pío IX extendió su bendición a todos los Detentes producidos a partir de entonces, sin necesidad de que un sacerdote la renovara.