¡Una santa y feliz Pascua de Resurrección!l
“No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado?; ha resucitado, no está aquí; (…) id a decir a sus discípulos y a Pedro que os precederá en Galilea; allí le veréis como os ha dicho.” (Mc. 6,7-8).
Con estas alentadoras y tranquilizadoras palabras el Ángel del Señor dio la Buena Nueva a las santas mujeres y les encomendó transmitir esa magnífica noticia a San Pedro y a los demás discípulos.
Todos estaban atemorizados –como narran las evangelistas– por lo que había ocurrido en esos días con el Divino Maestro. Pero la raíz de ese temor estaba en la poca Fe que tenían en el triunfo y en la Resurrección de Nuestro Señor. Era un miedo paralizante, opresivo.
Fue por la intervención del propio Salvador, a ruegos de María Santísima, cuando de improviso se apareció entre ellos, que recobraron la Fe y por fin creyeron.
En estos últimos años el mundo contemporáneo está siendo fuertemente sacudido por diversos acontecimientos, que vienen poniendo nuestra Fe y nuestra confianza a dura prueba.
La pandemia provocada por el coronavirus; cataclismos en numerosos lugares del planeta; la invasión de Rusia a Ucrania, con consecuencias tremendas y con derivaciones aún impredecibles. Y todo eso nos reporta inevitablemente al mensaje de Fátima: “…Rusia esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas”.(Sal. 129, 5).
Sin embargo, a pesar de eso, no podemos dejar que el temor nos domine y el abatimiento nos oprima. Al contrario, debemos tener bien presente que fuimos creados para vencer y triunfar como Nuestro Señor triunfó.
Y, por si todavía nos faltara algún otro motivo para confiar, tenemos la esperanzadora promesa que María Santísima nos dejó en Fátima: “Al fin Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Así pues, pase lo que pase y sea como sea, no temamos, pues nuestra esperanza y certeza de la victoria están fundamentadas en la Resurrección de Nuestro Señor y en el perpetuo socorro de Nuestra Señora.
Con esas consideraciones in mente, hacemos llegar a Ud. y familia nuestros mejores deseos de que tengan una santa y feliz Pascua de Resurrección, plena de gracias y bendiciones.
Heraldos del Evangelio.
Montevideo, 17 de abril de 2022.
