Un año nuevo se abre mientras se avivan en todos inquietudes, temores y esperanzas. En esta emergencia, una cosa es segura: siendo Dios creador y Señor de todo, sin duda sacará provecho de lo que venga a suceder en 2025.
Salgamos un poco del contexto del mundo actual, tan envenenado por vientos de pecado, de guerra y de catástrofes naturales – no para “escapar” de la […]
En nuestros días, los acontecimientos más diversos y graves se suceden estrepitosamente sin que las personas tengan tiempo de digerirlos. Algunos resultan inopinados, otros trágicamente previsibles. El desánimo, el desencanto, cuando no, el desinterés, suele ser la respuesta que en general dan los hombres a esos aconteceres.
Este título puede parecer algo desconcertante ¿Establecer una relación entre Eucaristía y promoción social, cosas tan dispares? Descifremos el “enigma”.
En el Adviento, tiempo litúrgico que antecede inmediatamente a la Navidad, la Iglesia motiva a los fieles a poner la nota tónica en dos virtudes a ser practicadas: la esperanza que alienta y la penitencia que duele. Porque se trata de disponerse a recibir al Niño que nace, y de celebrar en Él toda una vida redentora que va desde la gruta de Belén, hasta su Ascensión a los cielos, pasando por el Cenáculo y el Calvario.