En estos momentos, en que la civilización material nos deslumbra, nada mejor que entrar en el camino cuaresmal, pidiendo a Cristo Jesús, por la mediación de su Santísima Madre, que penetre en nuestros corazones.
Al inicio de la Cuaresma el cortejo de los pecadores entraba por el fondo de la iglesia rezando el «Miserere». No obstante sofocados interiormente por la culpa, se sentían al mismo tiempo alentados por la promesa del propio Juez.
En cada tiempo litúrgico se nos reservan gracias especiales y el tiempo de Cuaresma nos invita en particular a la penitencia y al arrepentimiento. Si hubiera […]
La liturgia del Miércoles de Ceniza nos presenta un decisivo choque entre los embajadores de Cristo y los del demonio, que tiene como campo de batalla […]
La liturgia del Miércoles de Ceniza nos recuerda nuestra condición de mortales: “Memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris – Recuerda, hombre, que eres […]
Para redimir al hombre. Para destruir el pecado. Para abrirnos las puertas del cielo. El auge del sufrimiento fue el auge de la la victoria. Caminando […]